Friday, June 29, 2012

Entrevista sobre Backstage en Excélsior


El 20 de junio, en la página 10 de la sección Comunidad-Expresiones del periódico Excélsior, se publicó una entrevista que me realizó la periodista Virginia Bautista a propósito de mi novela Backstage. Acá coloco el link para consultar el texto en línea (página 10).

Como es una versión en flash y no todos los dispositivos cibernéticos pueden ver este tipo de contenidos y hay lectores que no lograron adquirir la edición impresa, con una finalidad de mera difusión abajo coloco el texto. Eso sería.



Publica Backstage
José Noé Mercado narra vicios tras la ópera
En clave literaria, el crítico y escritor aborda el mundo de intrigas y pasiones tras el escenario

Periódico Excélsior 
Miércoles 20 de junio de 2012 
Por Virginia Bautista
virginia.bautista@gimm.com.mx

El mundo de la ópera, "lleno de brillo y oropel", de voces prodigiosas y talentos internacionales que hacen vibrar los escenarios, también tiene un lado oculto, privado, que el espectador desconoce: pasiones y envidias que se manifiestan tras bambalinas.

En Backstage (Editorial Tierra Adentro / Conaculta), el escritor y periodista José Noé Mercado desmenuza el ego que permea "una de las artes más representativas, más acabadas, más elitistas, de la cultura occidental de prácticamente todos los tiempos".

Al crítico musical le interesó, dice en entrevista, contrastar lo que sucede en el escenario con lo que ocurre detrás de él "para poder explorar las pasiones, los sentimientos, las motivaciones de los artistas, que pueden ser totalmente opuestas a lo que nos muestran en su lado público".

En su primera novela, el narrador nacido en 1977 decidió acercar al lector al mundo que él conoce, que le interesa, el de la ópera y la música. El protagonista, Fausto Menéndez-Lecona, es, como el autor, un periodista y crítico musical que guía por los recovecos de los teatros, la tramoya, los camerinos, las fiestas y cocteles.

"La parte autobiográfica es como un señuelo, un gancho, para atraer a los lectores a la historia. Me propuse llevarlos a un mundo que yo conocía. La verosimilitud es algo que me interesa bastante, por eso opté por una ambientación operística en el plano central, sin dejar de lado los ámbitos social y político, que también son frecuentados por Fausto", agrega.

Para Mercado, el mundo del arte en México es muy rico en talentos que, sin embargo, se van perdiendo por las estructuras mismas de selección, de apoyo o desarrollo. "La música y la ópera no son la excepción, porque contamos con voces, gente que se interesa, pero que luego no es capaz, ni el sistema de este país, de desarrollarse, pulirse y lograr ser artistas de talla internacional. A veces, en el arte no basta el talento, se necesita la infraestructura, el apoyo y un sistema que ayude", agrega.

Mercado piensa que los artistas no son tan diferentes a los ciudadanos normales en la vida cotidiana. "A través de la novela fui descubriendo que las pasiones más sublimes, las intenciones más artísticas y estéticas, se mecen en la misma cuna de las pasiones más abyectas y reprobables del ser humano, sus vicios".

La historia, añade, se ubica en la actualidad, a principios del siglo XXI. "Se cuestionan los grandes mitos, las grandes ideologías o los personajes importantes, porque hay una búsqueda constante del sentido que tiene la vida para los jóvenes y quienes dudan de nuestras certidumbres".

El profesor en periodismo político dio vida a un protagonista que tiene la posibilidad de mirar, narrar y cronicar, aun a riesgo de ser considerado un inflitrado, un traidor.

Indica que "todos tenemos un 'backstage', no sólo como artistas sino como seres humanos; la pregunta es quiénes no tendrían reparo en mostrarlo. Incluso, a veces, es más importante el backstage que el lado que conocemos".



Una obra para aislarse
Sobre Backstage, el escritor y y cineasta chileno Alberto Fuguet ha dicho:

"José Noé Mercado ha escrito una novela musical acerca de su generación: la que se esconde detrás de la música, la que se desenchufa con su iPod, la que desea participar pero no puede realmente.

Los Faustos están en todas partes: él es de aquellos que no aman, que no conectan del todo, pero siguen insistiendo. Un ácido paseo a lo que está detrás de las cortinas, los afiches, los escenarios de un gueto plagado de artistas que no hacen arte, de intelectuales sin intelecto, de gente fisurada capaz de todo con tal de ser tomada en cuenta. Backstage te impulsa a quedarte en tu pieza, aislado; no sólo leyendo la novela de Mercado, sino acaso como la opción más sana de enfrentar la vida".

Ficción y vida real
Además de inspirar el mundo de ficción de su primera novela, la ópera y las condiciones que enfrenta en la vida real en este país motivaron a José Noé Mercado a escribir el libro Luneta-2: la ópera que tenemos en México, que se publicará en diciembre próximo.

"Es un gran reportaje acerca de la situación operística en el país. Esto sí es real. Expondrá de manera clara y precisa la situación crítica de la estructura de producción operística en México, todos los problemas que tienen los creativos, los directivos, los sistemas de financiamiento y la situación que hace que nuestra ópera sea cada vez más inexistente para el mundo y para nosotros mismos", detalla el crítico.

Adelanta que además tiene ya terminados un volumen de cuentos y otro que incluirá tres novelas cortas, cuyos nombres aún no están definidos, y que ademas prepara su segunda novela.

"La parte literaria es una vertiente que, iniciándola, no se puede dejar", concluye.









Thursday, June 28, 2012

Backstage -- reseñada


El 11 de junio apareció en Ciudad Capital una reseña firmada por Gabriel Páramo sobre mi novela Backstage. Aquí el link para leerla en línea...

Una variable de esa reseña se publicó el 17 de junio en la página 11 del suplemento Ágora: Plaza Cultural del Diario de Colima. Aquí el link para su consulta.

En ambos casos se incluyeron fotografías de Lucía Vergara.

Acá abajo comparto la reseña. Eso.



Backstage
Por Alfredo Gabriel Páramo

Realmente, Backstage, la primera novela publicada de José Noé Mercado (México, D.F., 1977), es una obra que me produce una terrible, irrefrenable, envidia. Y nada de “envidia de la buena”, eso no existe; se trata de envidia pura y simple.

Backstage es un libro muy bien escrito, pero sobre todo, una aventura por las entrañas de una parte del alma mexicana de la que casi no se habla, del chilango de clase media y, sobre todo, culto.

Además, desde un punto de vista totalmente personal, para mí resulta más que entrañable, me recuerda tantas anécdotas familiares en torno a quienes vistan Bellas Artes y otros centros artísticos, con sus manías y su seudo cultura. A Fausto Menéndez-Lecona, el protagonista, le tocan las burlas y el “eso no se hace” de gente que va a las funciones para lucirse, porque está bien, porque así se debe, sin que en realidad les guste el arte, lo conozcan o, siquiera, les importe.

El periodista convertido en escritor (y aquí otro de los temas importantes de la novela: ¿acaso no todo periodista es -debiera ser- un escritor?), juega con su PSP y soporta cuchicheos en su contra, como seguramente le ha ocurrido a muchas personas; también, muestra la forma en que los supuestos conocedores alejan a quienes tratan de entrar a un mundo al que convierten en el festival de lo cursi y lo absurdo, alejado de la belleza y la fuerza que en realidad posee.

También leemos, cómo no, explicaciones absurdas, pero lucidoras, de quienes gustan lucirse por haber pagado boletos carísimos, pero que su conocimiento musical en realidad es muy limitado y muchas veces no supera el nivel de “las cien mejores arias de ópera” que pueden comprarse en cualquier vagón del metro capitalino.

Backstage utiliza un lenguaje extraordinariamente claro, cercano, con palabras en inglés cuando la gente las utiliza. Please, sorry, drink, no problem, freak, nick, cool, sin buscar traducciones forzadas y tontas; del mismo modo, se sumerge en la cultura pop y la rescata con el recuerdo de las cangreburgers y, por supuesto, la aparición de Bob Esponja, o cuando Fausto come hamburguesas en Burger King -aunque yo le neceo a José Noé Mercado que me parece que está describiendo un McDonalds- , de la canción dedicada a Maradona o de Juan Gabriel.

También, a pesar del formato tradicional de novela y de libro impreso, la obra de Mercado desarrolla innovaciones como la lectura de correos electrónicos empezando por el más reciente —algo que ha desconcertado a más de uno— pero que cualquiera que haga uso frecuente de su mail encontrará lógico.

Asimismo, ofrece una opción muy cercana de la interactividad, con el uso de signos e íconos, en la redacción de reseñas donde se hace una valoración cruel pero justa, de la obra que está presentando, y que en el ámbito cultural mexicano causan molestia, pues nos hemos acostumbrado a elogiar –o maldecir- no según la calidad de la obra, sino de si somos amigos, conocidos, enemigos o clientes de quien la monta o aparece en ella.

Seguramente la novela va a molestar a algunas personas pues critica el ambiente cultural que priva en nuestro país, la mediocridad en la que estamos inversos y  la forma en que se desperdician recursos y talentos; no obstante, es una crítica alegre, desenfadada, lejos de amarguras y, sobre todo, lejos de poses; además, es una crítica que se forja con la creación propia que se expone al escrutinio público.

Pero tampoco se trata de una novela fácil basada en mero contenido biográfico, sino de una construcción de personajes basados -¿acaso podría ser de otra forma?- en la experiencia y el conocimiento, pero que viven sus propias vidas en las que solamente sirven a los intereses del autor, como todo personaje bien construido.

Sin embargo, tal vez lo más importante de Backstage sea la defensa que hace, sin discursos, pero con el ejemplo, de la necesidad, de la urgencia, de una cultura nueva, de salir de lo tradicional, de lo manido, de lo fácil, para empezar a crear, a representar y a disfrutar lo nuevo, lo diferente, lo raro.

José Noé Mercado, ex alumno de licenciatura y maestría de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, es un escritor al que hay que seguir muy de cerca y quien no lea Backstage se estará perdiendo de verdadera literatura.



Monday, June 11, 2012

El backstage de José Noé Mercado


Hace un par de semanas, el 29 de mayo, la sección cultural del periódico El Financiero editada por Víctor Roura, me distinguió con su nota principal. Se trata de una entrevista para hablar sobre mi novela Backstage y sobre la crítica operística. Gracias al maestro Roura y al periodista Daniel Cisneros por un texto que captura muy bien la esencia de nuestro diálogo. Acá la coloco para su consulta.


Periódico El Financiero
El backstage de José Noé Mercado
Daniel Cisneros
Martes, 29 de mayo de 2012
  • En un país donde no se privilegia el talento, sino el amiguismo....

El protagonista de esta historia fue periodista y crítico musical. Ahora es un afamado escritor que lo mismo frecuenta funciones operísticas y exclusivas fiestas de intelectuales que bares y prostíbulos de mala muerte. Se dice que es amigo de importantes cantantes de ópera y, a su vez, amante de la seductora soprano Dánika Duval, esposa del director de orquesta Jonathan Garcés.

Me refiero a Fausto Menéndez-Lecona, quien a través de sus experiencias nos conduce tras el oscuro telón de envidias, infidelidades, adicciones y asesinatos que envuelve al glamouroso mundo de la ópera en México:

-Fausto es poseedor de una mirada ácida y lúcida a la vez -comenta José Noé Mercado sobre el protagonista de su novela Backstage (Tierra Adentro)-. El haber sido crítico musical y periodista le permite estar cerca del mundo operístico. Sin embargo, no pertenece a ese ambiente. Podríamos decir que es una especie de infiltrado.

De ahí, explica el autor, justamente proviene el nombre del libro: "Toda la parte pública de la ópera puede ser muy encantadora para la gente; pero, ¿qué sucede cuando tienes acceso al backstage? En algunas ocasiones se comprende mejor el lado público gracias a esa mirada, ya que tras el escenario se advierten las incongruencias morales de muchos. Por eso Fausto no se queda sólo con la apariencia y constantemente está indagando. Esto motiva que, en algún momento, sea visto como traidor por criticar las contradicciones de artistas e intelectuales".

-¿De qué manera Fausto se convierte en amante de la soprano Dánika Duval?

-Al acercarse a ella por simpatía generacional, porque Dánika está casada con Jonathan Garcés que le lleva bastantes años. Además Jonathan viaja constantemente y es un personaje que, debido a su edad, está más allá de ciertas pasiones. Eso lo motiva a disimular el engaño de su esposa. Por otro lado, Fausto y Dánika sintonizan tanto a nivel sexual como de complicidad. Pues ambos pueden meterse cocaína, luego irse a un antro y, por último, terminar gozando de maratónicas jornadas sexuales. Los dos se consideran perfectos para disfrutar de esas locuras.

Pese a conocer esta infidelidad, Jonathan le pide al amante de su esposa que escriba su biografía: "Lo hace porque sabe que Fausto comprende los alcances del arte contemporáneo que él mismo está buscando. Asimismo, es consciente de que proyectan la relación que a veces se da entre un creador y quien, por verse reflejado, decide apoyarlo. Esta actitud dota de esperanza al mezquino mundo del arte, donde también hay sentimientos puros que ennoblecen al ser humano y, en este caso, a los personajes".

-¿Por qué Fausto se molesta con quienes afirman que sus novelas son de denuncia o pornográficas?

-Porque puede hablar de historias pornográficas o políticas, pero en el fondo sólo son escenarios que le permiten abordar el desamparo existencial o temas de mayor profundidad. De hecho, hay un momento donde renuncia a Facebook y a Twitter al darse cuenta de que sólo son mecanismos paliativos. Pues aunque es un personaje posmoderno, tiene ciertos valores clásicos.

-¿Cómo fue aquella ocasión en que durante una función operística este personaje se pone a jugar videojuegos ante la reprobación de los asistentes?

-Como no nos familiarizamos tanto con la ópera solemos pensar que es prueba de intelectualidad. Pero lo que sucede en el arte o en cualquier otro terreno puede ser criticable. En ese sentido, Fausto de repente se aburre de ver cantantes que viven del glamour o sintiéndose divos. Entonces decide sacar su PSP para jugar videojuegos. El público lo mira pensando que es una irreverencia. Y tiene razón, pues Fausto es capaz de ingresar fumando a una fiesta donde hay cantantes sólo porque sabe que cuidan mucho su voz. Es un provocador.

-¿Y a qué atribuye la acidez de su protagonista con el medio operístico?

-A que lo conoce. Su acidez surge al encontrarse con aquello que presentan como arte cuando no lo es. En varias ocasiones advierte que por ignorancia el público suele ser fácilmente manipulado. Aunque cuando Fausto se enfrenta al arte verdadero simplemente aplaude o se vuelve un seguidor. En resumen: le gusta desenmascarar y ser un crítico ácido porque a veces es la mejor forma de expresar su desacuerdo frente a ese mundillo.

-No obstante, abandona la crítica operística para dedicarse a la literatura...

-En la novela le preguntan dos veces la causa de esa decisión y él responde: "Fue porque sentía que ya sólo me estaba dedicando a cazar cabezas". Y sí: ya no le atraía tanto lo que veía y prefería destrozarlo. Además, como creador sabía que debía quemar esa nave de la crítica y aventurarse a escribir literatura para demostrar que tenía las capacidades.

A lo largo de las 193 páginas de Backstage, José Noé Mercado señala puntualmente diversos problemas existentes dentro de la ópera y la cultura en general: "El contexto de la novela está estrictamente apegado a la realidad de artistas líricos, escritores, pintores y bailarines. Ellos se enfrentan a las circunstancias de un país donde no se privilegia el talento, sino el amiguismo, las recomendaciones, los actos de corrupción y, en un momento dado, los favores sexuales. Esta situación es criticable. Por eso a Fausto le preocupa que no suban a escena los verdaderos artistas. Porque muchas veces vemos que en los escenarios, libros o pantallas de televisión no figuran los mejores".

-¿Qué reacciones cree que genere este libro entre la comunidad operística que, seguramente, se sentirá aludida?

-Me gustaría que si alguien se siente identificado sea por la virtud literaria de la novela y no porque piensen que hay una alusión personal. Eso me haría saber que logré la verosimilitud en la historia. Algunos miembros del ambiente operístico mexicano ya están interesados y me preguntan: "¿Salgo en la novela?" Yo les digo que sí, pero claro que no aparecen. La ópera es únicamente el contexto.





Regresamos a la pista casi de inmediato
José Noé Mercado, fragmento de la novela Backstage
Martes, 29 de mayo de 2012
Me toma de la mano y nos acercamos a la multitud y nos ponemos a bailar, aunque yo más bien no sé bailar. Pero simplemente me muevo dejando que mi cuerpo sea acentuado por el hipnótico ritmo de la música. Es fácil lo electrónico. Dánika también se mueve y el cabello se le alborota. Sudamos. Por todas partes hay icosaedros, o eso me da por pensar, llenos de luces de colores que flashean. Luego hay halos intermitentes que me recuerdan la iluminación de Insomnio posmoderno. Se lo grito a Dánika, que aparece y desaparece, y creo que se ríe, pero lo cierto es que dudo que me haya escuchado. El DJ pone mezclas y luego rock metálico y después ponchis-ponchis. Tal vez no. Dánika y yo hemos ido varias veces a la mesita para beber, pero regresamos a la pista casi de inmediato. Quizá no tan pronto. Hemos esperado cuando ponen música que no me gusta. O que más bien no sabría bailar. Fui al baño. Besé a Dánika no sé cuántas veces. He mirado muchas caras difuminadas. Tipos se le han quedado viendo a Dánika. Se ve buenísima, me queda claro. Fumamos.



CRÍTICA
(DC)
Martes, 29 de mayo de 2012
  • Operística.

José Noé Mercado (Ciudad de México, 1977) también es autor de Luneta-2: la ópera que tenemos en México (que este año se edita en los Cuadernos de EL FINANCIERO). Asimismo, sus textos han aparecido en Mercedes Magazine, Boletín Informativo y Entorno. En la actualidad ejerce la crítica musical en las páginas culturales de esta sección.

Luego de revisar la ficha curricular de nuestro entrevistado surge una pregunta: ¿cómo habrá nacido su gusto por la ópera?

-Es un gusto que desarrollé en la preadolescencia -responde-. Recuerdo que primero me interesó la música clásica quizá porque era un mundo cifrado y casi místico. A su vez esta música me facilitó el ingreso a la ópera por una sencilla razón: la relación existente entre literatura y música. Digo esto porque la ópera no es más que una historia cantada, aunque finalmente se cuente en lenguaje escénico. Así fue como me fui familiarizando hasta darme cuenta de que no era una ciencia oculta.

-¿Qué estado guarda hoy en día la crítica operística mexicana?

-Vive un periodo de crisis -afirma José Noé Mercado-. En México no contamos con medidas suficientes para producir ópera o para integrar al talento. Tal vez por eso la crítica musical se encuentra de capa caída, pues no tiene qué criticar o lo que critica ya está muy bien identificado. Además, los críticos se enfrentan a los pocos espacios existentes en los medios de comunicación. Y aunque están los blogs y otras plataformas, esos espacios en ocasiones resultan contraproducentes porque cada quien muestra lo que quiere. Así es, muchos escriben sin un conocimiento que sustente lo dicho o sin una ética profesional al elogiar sólo a los amigos.

-¿Hay madurez entre los artistas mexicanos para aceptar la crítica?

-No, porque los artistas tienen desarrollado un ego sin el cual les sería imposible salir a escena. Aunque debieran saber que la crítica siempre ha sido una forma de hacer evolucionar al arte. Incluso la ópera surge como una crítica intelectual al arte elaborado antes del siglo XVI. Sin embargo, en México sólo se acepta cuando se habla bien de alguien. De lo contrario se tacha al crítico de envidioso o ignorante. Me parece que falta madurez. Pero esa actitud en parte se debe a que hay poco trabajo para los artistas líricos.

-¿Por qué en nuestro país la ópera carece de un público amplio?

-Porque no se ha dado el énfasis suficiente a la promoción y a los programas didácticos que puedan crear otros públicos. Se deben generar mecanismos que atraigan el interés de nuevas generaciones.